viernes, 23 de noviembre de 2012

ESTADO LAICO: DEMANDA DE FORTALECERLO DE FACTO.


SR. PRESIDENTE ENRIQUE PÉÑA NIETO: REQUERIMOS SU CONTRIBUCIÓN PARA QUE MÉXICO SEA  UN ESTADO REALMENTE LAICO.

“La democracia es el destino de la humanidad; la libertad su brazo indestructible”. Benito Juárez
Apóstol Dr. Gabriel Sánchez Velázquez acompañado del Pastor
Eduardo Rodríguez, al iniciar una marcha por la avenida Juárez
hacia el Hemiciclo a Juárrez con motivo de la celebración de la
emisión de la LEY DE LIBERTAD RELIGIOSA
Al Inicio de un nuevo sexenio en México, los cristianos evangélicos que integramos la FEDERACIÓN DE IGLESIAS CRISTIANAS EVANGÉLICAS DE MÉXICO (FICEMEX) nos pronunciamos por pedir al Sr. Presidente Enrique Peña Nieto su firme intervención para que México sea realmente un país laico. YA que en los dos sexenios derechistas anteriores, sufrimos los mexicanos una regresión vergonzosa a épocas pasadas que ya veíamos superadas, en donde se confundieron algunas figuras políticas con monaguillos de la religión católica romana.
 LA REALIDAD INTERNACIONAL DEL ESTADO LAICO:
No todos los Estados laicos oficiales lo son completamente en la práctica. En Francia y gran parte de Latinoamérica, (por ejemplo),   la mayoría de las festividades católicas  exigen que se observen  por la administración pública con días festivos.  En algunos países como España los profesores de religión católica son asalariados del Estado, en contraste con Francia en donde las escuelas públicas no poseen cursos de religión.
Muchos Estados que hoy en día son laicos, han tenido vestigios legales de una religión establecida. El laicismo tiene varias apariencias que pueden coincidir con diversos grados de religiosidad oficial. Así, en la Commonwealth, la cabeza del Estado debe haber sido coronada según el Juramento de coronación de 1688 (Coronation Oath Act) jurando por tanto la defensa de la fe anglicana. El Reino Unido también mantiene 26 clérigos de la Iglesia de Inglaterra conocidos como Observadores espirituales (Spiritual Peers). El camino inverso también ocurre: de Estado laico a teocracia, como en el caso de Irán, donde la secularización del Estado de la dinastía Pahlavi fue reemplazada por la República Islámica.
LA AMBICIÓN DESMEDIDA DE LOS CURAS EN MÉXICO:
Costa Rica, actualmente es un Estado confesional ya que así se reconoce en el apartado 75 de la Constitución de 1949 en la cual se consigna a la religión católica, apostólica y romana como la estatal y que asegura que el gobierno y el Estado contribuyen a su mantenimiento, pero asegurando la libertad de culto, siempre y cuando no se opongan a “la moral universal ni las buenas costumbres.
La jerarquía romana, sueña con que así como en Costa Rica pos curas pueden entrar oficialmente a las escuelas públicas e impartir las doctrinas de la religión católica, así suceda también en México. De hecho, en el fondo ese es el preludio con la tan polémica reforma al Artículo 24 de la Constitución.
No se trata solamente de tener libertad para expresar públicamente la religión que cada quien profesa, si es que la profesa; sino que en lugares públicos, (léase escuelas públicas) los curas puedan instruir a los niños y jóvenes con sus dogmas religiosos.
Si el PAN hubiera logrado mayoría en el Congreso, ya la letra de los artículos III y 130 serían parte de la antigua Historia de México. Pero para fortuna de los mexicanos, por ahora ese partido pro-católico en sus raíces no logró uno de sus más codiciados sueños.
De allí que el clero político, mire hacia el nuevo régimen priista con la esperanza de lograr con los extraños de ideología, lo que no logró con los de casa.
Esa es la encrucijada de fondo, Sr. Presidente Peña Nieto. Usted declaró que profesaría su fe de manera reservada mientras fuese Presidente de la República. Eso no basta. Es necesaria que su postura respecto del ESTADO LAICO que marca nuestra Constitución no sea pisoteada de facto como lo fue por sus dos antecesores inmediatos.
Hay 33 mil indígenas expulsados de sus parajes en Chiapas, por el hecho de ser
cristianos evangélicos, y muchos de ellos han sido cobardemente
asesinados, sin que los autores de dicha persecución sena sometidos a l
justicia. ¿Hasta cuándo Sr. Presidente Peña Nieto?
UNA REFLEXIÓN DE LAICIDAD:
Roberto Blancarte, tradujo y  escribió el prólogo de la obra Nuestra Laicidad Pública,   publicada por el Fondo de Cultura Económica profesor Émile Poulat (quien cumplió ya sus 92 años y sigue lúcido como siempre).
Este libro aborda  un tema puntual: el de la construcción de un régimen, que nosotros llamamos de “laicidad” y que sustituye a otro que era uno de “catolicidad”. Como dice el maestro: “Hoy, la laicidad de derecho [es decir la que acabamos de fortalecer, introduciendo dicho principio en nuestra Constitución], es el régimen que nos permite regular una laicidad de hecho, la cual es cada vez más nuestra situación común y, por lo mismo, desarmar una laicidad de combate en una sociedad que no ha rehecho su unidad espiritual”. Como sostiene Blancarte  en el prólogo de esta obra, más allá de o “sin caer en el activismo laicista”, Poulat entiende el papel de la laicidad y la importancia de la misma, no para flexibilizar principios, sino para conciliar reivindicaciones: “El ideal de una sociedad laica —dice Poulat— no es por lo tanto una neutralidad perfecta bajo el signo de la abstinencia antes los asuntos importantes y los sujetos en riesgo; no está para conciliar los principios sino las reivindicaciones, cada una de las cuales, en el extremo, amenaza el principio mismo de su existencia. Debe establecer y mantener la ley de las partes entre sí, frente a cualquier grupo, de cualquier individuo que no quiere sino su interés propio, a nombre de la verdad que profesa o que cultiva”.
Las Leyes de Reforma, emitidas por Benito Juárez, contemplaba ya, la libertad de culto, sepultando así el régimen confesional de los gobiernos mexicanos, que el peso y la astucia del clero, al ver que la Independencia de México era un hecho irreversible, se apuró en incorporar en la primera Constitución que este país sería católico romano y que su presidente debería de serlo también.
Aunque uno de los primeros actos de gobierno de Vicente Fox haya sido remover  el cuadro de Benito Juárez en los Pinos, hoy por hoy, una de las figuras más significativas de nuestra historia, lo sigue siendo  Benito Pablo Juárez García, quien dedicó su vida a crear y transformar las instituciones públicas y a lograr el reconocimiento de las libertades y derechos ciudadanos. Antes del siglo XX, muchos países eran un Estado confesional, y reflejaban en sus respectivas constituciones, o por decreto del monarca, que el Estado reconocía una religión oficial, aunque otras religiones se permitieran practicar libremente. No era raro que el clero interfiriera en asuntos de Estado (ni que el Estado interfiriera en los asuntos eclesiales, por ejemplo, en la elección de obispos, o vetar al Papa elegido por el Cónclave, tema en el que abundo en mi libro La Gloria Falaz del Papado segunda edición 2012).
RECAPITULANDO:
Hoy en día, la mayor parte de los Estados se declaran aconfesionales o laicos, sobre todo tras la Revolución Francesa.
Un Estado laico trata a todos los ciudadanos por igual, tanto a los creyentes de cualquier religión como a los no creyentes
Un estado es laico cuando ningún organismo religioso puede intervenir en los asuntos públicos, sin que ello signifique que los ciudadanos no puedan profesar la religión que sea de su agrado. Es decir, el estado laico y la libertad de religión no están peleados.
En un sentido estricto la condición de Estado laico supone la nula injerencia de cualquier organización o confesión religiosa en el gobierno del mismo, ya sea, en el poder legislativo, el ejecutivo o el judicial. En un sentido laxo un Estado laico es aquel que es neutral en materia de religión por lo que no ejerce apoyo ni oposición explícita o implícita a ninguna organización o confesión religiosa. Es importante señalar que no todos los Estados que se declaran laicos lo son en la práctica.
Pero las prebendas que los curas tienen en México, por ejemplo para que con el erario de la nación se restauren y se conserven edificios religiosos, ponen al Estado Mexicano en servidumbre de la religión católica.
Cristianos Evangélicos en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, en asamblea,
pidiendo la intervención de las autoridades correspondientes para solucionar
la permanente persecución que la Religión católica romana tiene contra estos
grupos minoritarios e indefensos.
La Iglesia Católica mexicana o en México, tiene antecedentes de peso, innegables e irrefutables de su intromisión en los asuntos del Estado. Desde el establecimiento en dos ocasiones de un imperio, la excomunión a los que juraran guardar la constitución de 1857, la simulación a conveniencia con la dictadura de Porfirio Díaz, el apoyo al golpe de Estado y asesinato del presidente Francisco I. Madero, el complot y asesinato del presidente Álvaro Obregón, la llamada Guerra Cristera que el clero usa como símbolo de la persecución que han sufrido los que desde siempre han sido perseguidores, en fin. Jamás el clero católico ha dejado de lado su proyecto de establecer un Estado confesional en México, por más que sus jerarcas afirmen que su función es meramente espiritual. Eso sencillamente nadie lo creemos. Lo más sano para nuestra joven democracia será seguir manteniendo la separación entre Iglesias y Estado, que no LA IGLESIA Y EL ESTADO.
Aun los medios de comunicación deben re educarse para no cometer el error de poner encabezados como LA IGLESIA APOYA tal y cual…¿Cuál Iglesia? En México no existe una iglesia, existe una variedad de iglesias (afortunadamente).
SR. PRESIDENTE PEÑA NIETO:
Pedimos de manera atenta, respetuosa, pero firme que la ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público no sea parcialmente nulificada por la actual reglamentación de la misma que contradice en varios puntos, el espíritu de nuestra Carta Magna y da pie a mayor persecución religiosas de los grupos religiosos minoritarios, particularmente grupos de cristianos evangélicos en los ámbitos rurales.
Pedimos que sean removidos el director general de Asociaciones Religiosa y sus directores de área en virtud de que esa dependencia ha caído en una actitud burocrática enfermiza y tiene un trato de menosprecio desmedido a quienes tenemos la necesidad de acudir a sus ventanillas. Debe llegar un tiempo nuevo en esta dependencia con el espíritu que le impusieron sus primeros directores a partir de 1993.